“Como el Padre me envió a mí, yo también os envío a vosotros” (Jn 20,21)Con ocasión del Jubileo del 2000, el Venerable Juan Pablo II, al inicio de un nuevo milenio de la era cristiana, reafirmó con fuerza la necesidad de renovar el empeño de llevar a todos el anuncio del Evangelio con “el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros tiempos” (Carta ap. Novo millennio ineunte, 58). Es el servicio más precioso que la Iglesia puede hacer a la humanidad y a cada persona que busca las razones profundas...
