La palabra latina Adventus significa venida, espera. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza el domingo siguiente de la fiesta de Cristo Rey. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.
La Corona de Adviento
Tiene su origen en una tradición que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica.
La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
-. La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin. Representa la universalidad del amor de Dios.
-. Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas.
-. Las cuatro velas: Las 4 velas representan los 4 domingos de Adviento. Las 3 primeras que se encienden son normalmente moradas para recordarnos el espíritu de vigilia y esperanza que debemos tener para prepararnos a la llegada de Cristo. La última vela es rosada o blanca y simboliza que el nacimiento del Señor está muy cerca.
-. Las cintas rojas en forma de manzanas: representan los frutos del jardín del Edén.
-. El listón o cintas rojas: representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
-. La Luz de las velas: simboliza la luz de Cristo.
Finalidad
El tiempo de Adviento tiene 3 finalidades:
- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén.
- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria".
Estructura de Adviento
La celebración del Adviento dura cuatro semanas que están divididas en dos etapas.
La primera etapa, marcado carácter escatológico, empieza el primer domingo de Adviento y termina el día 16 de diciembre.
La segunda etapa, llamada "Semana Santa" de la Navidad, comienza el 17 de diciembre al 24 de diciembre.
Personajes del Adviento
El tiempo del Adviento nos presenta tres personajes que nos ayudan a preparamos para las fiestas navideñas.
1.- Isaías, el profeta del Adviento y figura de Espera por la salvación. En sus palabras resuena el eco de la gran esperanza que confortará al pueblo elegido en tiempos difíciles y trascendentales, en su actitud y sus palabras se manifiesta la espera, la venida del Rey Mesías. Él anuncia una esperanza para todos los tiempos.
2.- Juan el Bautista, el Precursor y figura de Preparación. El nos invita a la conversión, anuncia la salvación, señala a Cristo entre los hombres. Las palabras de invitación a la penitencia de Juan el Bautista cobran una gran actualidad. Para recibir al Señor hay que cambiar nuestra mentalidad.
3.- María, la Madre del Señor figura de la Esperanza. En ella culmina y adquiere una dimensión maravillosa toda la esperanza del mesianismo hebreo. María espera al Señor cooperando en la obra redentora. Su actitud de confianza y esperanza es un modelo a seguir.
Temas de Adviento
Los grandes temas que se tocan en los cuatro domingos de Adviento son:
I Domingo el tema principal es la vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
II Domingo el tema es la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega".
III Domingo tiene como tema principal el testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo. La liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
IV Domingo señala el tema del anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo".
Aprovechemos este tiempo para mejorar en nuestra vida interior y hacer nuestro los sentimientos de Jesús, que trajo al mundo paz, amor, verdad, solidaridad y perdón.
